Desde un punto de vista diferente, Arturo Pérez Reverte, en Los perros duros no bailan, se adentra en la piel canina para protagonizar esta novela. El protagonista es un perro en un mundo de humanos.
Hace días que no se sabe nada de Teo ni de Boris El Guapo, en el Abrevadero de Margot, lugar de reunión de todos los perros del barrio. El resto de camaradas tienen la sospecha que tras su desaparición se esconde algo realmente siniestro, sobre todo para su amigo El Negro, ex luchador retirado. Con un gran instinto, como le caracteriza, El Negro se adentra en un misterioso viaje al pasado para poder cerrar heridas que aún quedan abiertas y deberían cerrarse. Esto le ayudará a encontrar sus amigos.
En un mundo donde manda el ser humano, Los perros duros no bailan está fuera de convenciones sociales y correcciones políticas. Esta novela te enseñará que los valores, como la lealtad y el compañerismo, son las reglas más abundantes del mundo animal. Mismo mundo diferentes reglas.