Llévame a casa es un libro protagonizado por Juan Álvarez.
A día de hoy vive en Edimburgo, después de estar varios años intentado salir de Cruces, su pueblo natal y dejar atrás a su familia.
Inesperadamente, se ve obligado a volver a España debido a la repentina muerte de su padre. Su hermana Isabel, por si fuera poco, le reprocha su actitud con la familia y los años de ausencia. La intención de Juan, tras el entierro, es volver a Escocia, pero su hermana le dice que su madre padece de Alzheimer y necesita ayuda para cuidarla.
Sin proponérselo su vida da un giro total. Esta nueva situación cambia los planes de Juan y deberá de encargarse de su madre, a la que apenas conoce, asumiendo responsabilidades de las cuales hasta ahora ha estado huyendo y con la que sólo tiene una cosa en común: un viejo Renault 4 familiar.
A Juan no le queda más opción de quedarse en el lugar de donde decidió escapar.
Llévame a casa es una novela cruda, que refleja un conflicto entre dos generaciones. Da un punto de vista distinto a una de las mayores responsabilidades de este mundo: Tener un hijo. Darle la vida a alguien y hacer que prospere es algo que obliga a involucrarse prácticamente en su totalidad. Siempre se habla de las obligaciones que tiene uno como padre o madre, pero…
¿Qué pasa cuando con el tiempo es al revés?
Casi nunca se habla de las responsabilidades que se tienen como hijo. Con un enfoque muy personal y psicológico Llévame a casa se convierte en un aprendizaje personal, que queda reflejado en el feedback madre-hijo del protagonista.
¿Cómo asumirías esta situación? Al final, la familia es lo más importante y cualquier herida debería cicatrizarse y quedar atrás pero… Nunca se sabe.
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